Durante estas semanas, la cocina se ha convertido en uno de los espacios en los que desconecto del ajetreo y preocupaciones del día a día. ¿Recordáis que cuando empezó el confinamiento os dije que quería retomar la cocina? Pues he estado elaborando una gran variedad de platos de todo tipo y quiero compartir mis avances con vosotros en el post de hoy. ¡Están buenísimos y son muy sencillos de hacer!
Para ir abriendo el apetito, os voy a enseñar el primer plato que me lancé a cocinar, el butter chicken. No soy mucho de comida picante, pero esta receta de pollo macerado con mantequilla, curry y pimentón ¡está deliciosa! Eso sí, aunque no es complicada de elaborar sí requiere de tiempo y paciencia. La espera merece la pena, os lo aseguro. Y si queréis darle un toque personal, podéis hacer como yo y preparar una salsa especial de acompañamiento con cebolla pochada. ¿Os atrevéis?
Para las que no estáis tan acostumbradas a sabores exóticos ¿qué me decís de estas migas? Lo que más me gusta es que es un plato tradicional y fácil de elaborar que nos recuerda a la cocina de siempre. Además, no necesitáis muchos ingredientes: pan, chorizo, panceta y ajo. ¡Mirad qué pinta!
Otra receta que he ido probando estas semanas es carne al horno. Un plato socorrido, sencillo de hacer y con un resultado de lo más sabroso. Solo tienes que añadirle unas hierbas provenzales y maridarlo con un buen vino tinto o blanco sin necesidad de preparar ninguna salsa adicional. ¿Qué os parece el resultado?
Lo reconozco, me encanta acompañar cualquier receta con un buen plato de patatas, una de mis debilidades. Estos días he practicado cocinándolas `a lo pobre´, y son el acompañante perfecto para la carne asada que os he enseñado antes o incluso para el butter chicken combinadas con la salsa. ¡O directamente solas!
Para contrarrestar las patatas, también he estado preparando diferentes tipos de ensaladas. La verdad es que las variedades son infinitas pero la favorita de mi familia estos días es la que he preparado con lechuga, tomate, zanahoria y queso feta. Su elaboración es muy rápida y su sabor de los más refrescante.
A primera vista, el siguiente plato podría parecer brócoli, ¡pero no! Es romanescu, una variedad de coliflor italiana. Personalmente es una verdura que me encanta, ya que es muy nutritiva. Yo la incluyo como acompañante o segundo plato, depende del día.
Y de postre, como no podía ser menos… ¡natillas con galleta y canela! Nos encanta a todos los miembros de mi familia.
Estos son solo algunos de los platos que he ido cocinando estos días. Como veis, he preparado todo tipo de recetas, muy sencillas y se pueden fácilmente desde casa. ¿Habéis probado alguna de estas? ¿Con cuál os quedáis? Os animo a que las probéis y si también tenéis recetas nuevas que queráis compartir, podéis hacerlo por redes sociales. Bon appétit!